Somos un Instituto Secular de vida consagrada en el cual los miembros y asociados, viviendo en "pleno mundo", aspiramos a la perfección cristiana y nos dedicamos a procurar la santificación del mundo sobre todo desde dentro de el. Los institutos seculares surgen en la primera mitad del siglo XIX y son aprobados por el Papa Pio XII en 1947 mediante la constitución apostólica Provida Mater Ecclesia.

Los miembros de los Institutos seculares somos plenamente laicos y plenamente consagrados, uniendo en sí dos realidades que hasta entonces eran incompatibles. Estamos plenamente consagrados a Dios como religiosos y somos plenamente laicos como todos los demas cristianos no clérigos ni religiosos. Nada pierde nuestra consagración por el hecho de vivir en medio del mundo, en las mas variadas profesionesy ambientes sociales.

El miembro de un Instituto Secular (médico, empleado, abogado, maestro,carpintero, mecánico), está consagrado a Dios siguiendo el camino de los consejos evangélicos. Vive en el mundo, dentro de las condiciones ordinarias de la vida familiar, laboral y social, las cuales tejen su existencia.

RESEÑA HISTÓRICA

El 2 de febrero de 1947, el Papa Pio XII promulgó la Constitución Apostólica “próvida Mater Ecclesia” que abre la posibilidad de conformación de los institutos seculares.

En 1952 el Pbro. Louis-Marie Parent, O.M.I. funda un Instituto secular para mujeres: las Oblatas Misioneras de María Inmaculada. En el año de 1958, por petición del Pbro, Léo Deschätelets, el Padre Parent concibe la fundación de un Instituto secular para hombres y el 8 de mayo de ese mismo año, recibe la aprobación de Mons. Henry Routhier, O.M.I. para conformar, junto con algunos jóvenes interesados en el proyecto, una Sociedad Pía.

El día 2 de Julio de 1958, en la capilla de Nuestra Señora de La Salette en Québec, Canadá, el Padre Parent funda el Instituto Secular Voluntas Dei y desde ese momento se empieza a extender por el mundo. El 2 de julio de 1965 es canónicamente designado como Instituto Secular de derecho diocesano y el 12 de Julio de 1987, es declarado Instituto Secular de derecho Pontificio por el Papa Juan Pablo II.

En su infinita misericordia, Dios nos ha enviado su Espíritu Santo dándonos a cada uno de nosotros una gracia o regalo especial al que llamamos Carisma.

Estos carismas nos permiten prepararnos y disponernos para asumir y llevar a cabo un servicio que contribuya al crecimiento de la comunidad cristiana (Lumen Gentium, 12). Así, carismas particulares como la predicación, el auxilio a los enfermos, la contemplación, entre otros, son de mucho provecho para la iglesia y la salvación de sus miembros.

Dentro de la iglesia, existen agrupaciones de fieles que comparten, practican y ponen al servicio del Pueblo de Dios un mismo carisma.

El Instituto Secular Voluntas Dei, como Instituto de vida consagrada, reúne a los fieles que han sido especialmente llamados por Dios a una consagración en pleno mundo, para compartir, cultivar y experimentar un mismo carisma. Nuestro fundador lo expresó así:

"Ser, a la manera de la Virgen de la Anunciación, el instrumento de Cristo quien vive la Voluntad del Padre en el realismo del momento presente, en pleno mundo, en todas partes donde Cristo tiene sus derechos."

Un carisma de Instituto se refiere siempre a una aspecto del misterio de Cristo que ilumina y fundamenta la vida de los miembros que lo conforman. Para algunos institutos, el misterio base puede ser la Cruz redentora, la Eucaristía, la maternidad espiritual de María, la infancia de Cristo; en cuanto a nosotros, el misterio fundamental es LA ENCARNACIÓN DEL VERBO. El verbo de Dios es su palabra hecha carne en la eprsona de Jesucristo. De esta manera, nosotros queremos y permitimos que el verbo de Dios se encarne en nosotros para ser instrumentos de la Voluntad del Padre y dar testimonio del Él con nuestras vidas.

Los valores esenciales manifiestan aquellos principios que fundamentan la vida, enseñanza y espiritualidad del Instituto Secular Voluntas Dei.

Así, los valores esenciales proponen una ruta de vida que implica, para todos los miembros, un esfuerzo constante de apropiación, meditación, experiencia y testimonio de estos valores esenciales en pleno mundo.

El Instituto Secular Voluntas Dei, propone a todos los miembros, cinco valores esenciales que deben ser objeto de configuración con la personalidad de cada uno, de tal manera que se pueda alcanzar el ideal de vida propuesto.

La mística

La mística es el medio de vida espiritual que el Instituto Secular Voluntas Dei propone para alcanzar el ideal de vida: "Hacer en todo, como Cristo y la Virgen María, la voluntad del Padre". Se propone una espiritualidad llamada "mística de los tres cincos".

El equipo

El equipo es un lugar necesario para reflexionar en torno a la Palabra de Dios, los signos de los tiempos y el discernimiento para hacer la voluntad de Dios. Los miembros debe participar en el equipo, aún en periodos de mucho trabajo y ocupaciones.

Lo positivo.

La Providencia Divina ha impregnado en nosotros la necesida de ir a nuestro interior para detectar allí las cualidades que llegan a ser intrumentos cotidianos para construir la paz y la fraternidad.

El momento presente

El momento presente es tan importante para nuestra vida espiritual como el aire que respiramos, como el agua que bebemos, como la luz que nos guía. Dios es eterno presente: Ayer, hoy y siempre.

El contacto cristiano.

El contacto cristiano nos libera del egoísmo, de las mezquindades y agunstias. los contactos cristianos nos transforman y producen en los demás efectos positivos que pueden cambiar vidas.

La vida espiritual de los miembros del Instituto no es otra que la de los bautizados en la Iglesia: Una vida de comunión con el Padre, por el Hijo, en el Espíritu Santo.

En conformidad con la Voluntad de Dios, cada uno se esfuerza por desarrollar especialmente las virtudes teologáles y cardinales haciendose testigo de Cristo en todo momento.

El Instituto Secular Voluntas Dei se ha planteado unos principios espirituales denominados "MÍSTICA DE LOS TRES CINCOS".

1

Los miembros del Instituto desarrollan una vida de intimidad con el Señor principalmente por el ejercicio de los siguientes 5 principios:

-Oración o meditación.

-Lectura de la Palabra de Dios y libros espirituales.

-La Eucaristía.

-Visita al Santísimo Sacramento.

-Devoción a la Virgen María, meditación del Santo Rosario.

2

Los miembros del Instituto cultivan el espiritu de recogimiento, humildad y caridad fraternas, principalmente por el ejercicio de las siguientes 5 actitudes:

-Presencia de Dios.

-Ausencia de crítica.

-Ausencia de queja.

-Ser de servicio.

-Artesano de paz.

3

Los miembros del Instituto experimentan la vivencia del contacto con los demás a la manera de Cristo.

-Aprovechar en cada día, cinco ocasiones concretas para practicar el amor al prójimo.